Quien siembra vientos recoge tempestades.
En el año 96, llego a la cartelera de los cines un blockbuster ejemplar como Twister, que combinaba con acierto cine de castratrofes dirigido por Jan De Bont (Speed), escrito por Michael Crichton (Parque Jurasico) y producido por el rey Midas, Steven Spielberg. Por supuesto, la cinta protagonizada por Helen Hunt y el tristemente desaparecido Bill Paxton fue un taquillazo mundial. Y ahora varios años después (en concreto 28 años), llega esta tardía secuela.
A diferencia de la reciente Superdetective en Hollywood: Axel F, han apostado por evitar el efecto nostalgia, es más, hay un sutil guiño a la cinta original que aparece muy de pasada.
Esta nueva cinta, es un lavado de cara del clásico, jugando con ciertos elementos y situaciones similares. Donde habría que destacar al emergente Glen Powell (Top Gun Maverick), con un papel de un arrogante “domador de tornados”. Demuestra tener algo de carisma en un reparto bastante anodino e insulso, como Daisy Edgar-Jones o Anthony Ramos.
En cuanto a la dirección, Lee Isaac Chung (Minari, historia de una familia) realiza un trabajo poco inspirado, debuta con un aprobado justito dentro de los blockbusters de gran presupuesto. Cerramos a nivel de producción, sus efectos digitales, que cumplen. Por contra, habría que ponerle un insuficiente a la deficiente banda sonora, y una malisima elección de temas pop/country.
Con todo esto, Twisters es un entretenimiento ideal para estos calurosos días de verano pero no consigue hacernos olvidar a la original.
Por @ged_joe