Estuve en el ejército… de administrativo.
Brat (Brother) es de esas películas que te llegan de oído. En este caso fue a través de uno de mis podcasts favoritos, @AmandoLaCabina, en el que @Richmond78 y @SenorWargo hablaron largo y tendido sobre la filmografía de su director. Aquí tenéis el enlace: Episodio 37 Especial Aleksei Balabanov.
Aleksey Balabanov, tristemente fallecido, se marcó en el año 1997 una joya del cine “underground”. Filme parejo al estilo de Perros callejeros, Los últimos golpes del Torete, Navajeros, El pico, y todo ese cine quinqui nuestro, pero contado de una manera más sucia, con acción más real, y sin apenas diálogos.
Lo primero que llama la atención en Brat (Brother) es su sobresaliente fotografía. No hay decorados. En los exteriores se palpa la realidad más absoluta, y en sus interiores la mugre hasta se huele. Y es aquí donde gana. No son escenarios forzados, ni el director ha querido darnos una visión diferente. Lo que vemos es un trabajo exquisito de localizaciones que no hace más que meternos de lleno en lo más barriobajero de la urbe.
El protagonista absoluto es Danila Bagrov, interpretado por el también fallecido Sergey Bodrov. Un joven exmilitar sin futuro al que su madre le envía a trabajar junto a su hermano en negocios de dudosa procedencia, y al que no tendrá más remedio que ayudar involucrándose en una espiral de violencia. La acción no es el punto fuerte de la película, ni pretende serlo. Las escenas de acción son poco convencionales pero muy reales. No vamos a ver a un héroe a dos pistolas, ni matando a ejércitos de enemigos sin despeinarse. Tampoco es visceral. El director sabe jugar muy bien con la cámara dejando a tu imaginación las lesiones severas de una bala o de un cartucho de escopeta. Todo artesanal, sin CGI.
“¿No los odias? Estos incómodos silencios. ¿Por qué creemos que es necesario decir gilipolleces para estár cómodos?” se preguntaba Mia Wallace en Pulp Fiction. El silencio es un protagonista más en Brat (Brother). No hay relleno. No hay diálogo sobrante, más bien carente, y es otro acierto. No hace falta rellenar líneas de guión para expresar las emociones de un personaje. Balabanov lo consigue con planos fijos en los que sus actores apenan se miran a la cara, y en escenas cortas rodadas a modo de sketch para contarnos su historia. Sin apenas diálogos, pero con mucha música de folclore que ayuda a meterse más en la historia. Brat (Brother) no es sólo un thriller mafioso con alguna que otra escena de acción. También nos cuenta una historia de amor y de maltrato con un desenlace sorprendente.
Si eres de los que disfrutan sólo el cine de grandes salas y las películas más espectaculares sin darle ninguna oportunidad al cine de serie B o indie, Brat (Brother) no es tu película. Si no te importa leer subtítulos en Ruso, puedes encontrarla en Filmin y gozar de una película muy de “café para cafeteros” con una buena historia y con cierto leve sabor al género de vigilantes de los 80’s de Robert Ginty y su El exterminador, y como no, de Paul Kersey de Charles Bronson, y sobre todo, muy, muy bien dirigida.
Por @javi_cine