Ladridos en la oscuridad.
Existen muchos maneras de afrontar un filme postapocalíptico. Los grandes estudios suelen tirar de efectos especiales apostando por la espectacularidad, mientras que las pequeñas productoras hacen un cine más íntimo, con menos presupuesto, con poco o ningún uso de CGI, pero con un gran impacto emocional, como es el caso de Llega de noche.
¿Se puede hacer con apenas 5 millones de dólares una buena película postapocalípica? La respuesta es sí. El director Trey Edward Shults lo consigue en su segundo filme, y sin apenas contar nada, sin desvelar ningún tipo de detalle, sin explicaciones, con un set mínimo, y con muy pocos personajes.
El peso protagonista recae sobre Joel Edgerton (Warrior, El regalo). Un actor todoterreno, que a mi entender, sin ser demasiado expresivo, vale absolutamente para todo y que llena la pantalla con su carisma. No es el héroe perfecto, ni pretende serlo, pero su afán de protección familiar hace que empatices con él desde el principio. Le acompaña Carmen Ejogo (Alien: Covenant, Los crímenes de Grindelwald), y Kelvin Harrison Jr a modo de familia.
Sin desvelar ningún tipo de spoiler, Llega de noche nos muestra desde su primer minuto una extraña enfermedad a la que sus protagonistas tendrán que hacer frente con trajes de protección al más puro estilo de Infectados, película dirigida por Álex y David Pastor, pero cambiando los entornos abiertos de la roadmovie a uno no apto para agorafóbicos. Cabe destacar los detalles de iluminación con una fotografía donde la ausencia de luz es la protagonista. La fotografía gana cuando se encienden las linternas. No llega al nivel del maestro Roger Deakins (Prisioneros, Blade Runner 2049), pero Drew Daniels consigue emularlo en ciertas tomas con un resultado muy bueno, del que aconsejo verla con las luces apagadas para una experiencia inmersiva.
Para ser postapocalíptica, Llega de noche tiene muy poca acción, pero es de corte real. No vamos a ver a un héroe a dos pistolas, ni vamos a contemplar un heroic bloodshed, pero nos va a mostrar las tremendas consecuencias de apretar un gatillo con un dramatismo absoluto.
Si esperas un blockbuster postapocalíptico te decepcionará. Es más para degustarla sin prisas como un buen vino pero sin pretensiones. Una vez que la terminas empiezan las dudas, dudas que según palabras de su director quiere que tengas, empezando por el título, y dejando al espectador que interprete a su manera todos los acontecimientos.
Por @javi_cine