La serie B que pudo ser más.
Antes de Destroyer, brazo de acero, a la que ya le dediqué el artículo anterior, el director italiano Sergio Martino dirigió 2019, tras la caída de New York, filme de toque postapocalíptico ambientado en un mundo destruido tras una gran guerra nuclear. No era la primera vez que Martino fusionaba géneros a modo de inspiración. En Destroyer, ya lo hizo tomando ideas de Terminator y de Blade Runner, dando como resultado una película de serie B muy bien dirigida, pero no era la primera vez que Martino tomaba «prestados” conceptos o ideas de otras producciones innovadoras. En 2019, tras la caída de New York se palpa el estilo de su protagonista a modo de Kurt Russell y su personaje de Snake y de Mad Max a modo de entorno.
Para ser una película de 1983, luce como si se hubiera dirigido en 1973, cosa que no es un lastre, pero se nota la falta de presupuesto para la época en ciertas tomas de New York con maquetas poco logradas. La fotografía no es mala, pero se nota forzada. No muestra apenas escenarios de las miniaturas, lo que resulta menos creíble. Tenemos los típicos clichés de este tipo de filmes. Un páramo, una ciudad destrozada, y una base son los escenarios principales.
Destaca la historia. Si en Rescate en New York, Snake tenía que infiltrarse para salvar al presidente, aquí nuestro protagonista, interpretado por Michael Sopkiw, tendrá que hacer lo propio para colarse en una ciudad asediada para salvar a la única mujer fértil del planeta, ya que toda la población mundial se ha quedado estéril. ¿Os suena? A Alfonso Cuaron en Hijos de los hombres seguro que sí. Si al guión le sumamos la presentación del personaje principal a modo de justa medieval sobre ruedas, y la misión obligada a manos del presidente de localizar a la chica fértil, ya es inevitable comparar a nuestro héroe de nombre chulo con Snake. Pelo largo, barba de una semana, buena forma física, y una bandana en el pelo, algún que otro chiste, y ya tenemos a Snake, digo a Parsifal. Su única recompensa será la de de salir del planeta en una nave en la que sólo podrán viajar unos cuantos elegidos con destino al sistema Alfa Centauri. ¿Os suena? A John Carpenter seguro que sí. Los rumores sobre Escape from Earth sonaron durante mucho tiempo, pero es una lástima que no llegase a buen puerto para cerrar la trilogía de Snake.
Tenemos aventuras, persecuciones, y sobre todo, mucho, mucho tomate. Escenas con algún que otro tinte “gore” o más sangriento para su tiempo, cosa que se agradece bastante. Tampoco falta gente contaminada por la radiación, con un maquillaje resultón. Los combates y las coreografías no están mal. Tiene muchísimos, pero se ven empañados con un sonido muy desagradable que desprende el arma de las tropas enemigas, una ballesta láser que al apretar el gatillo sonará un efecto no muy logrado ni deseado, llegando incluso a preguntarte por su origen en los primeros minutos.
2019, tras la caída de New York no es un título para todos los gustos. Pese a navegar entre la serie B y la Z, si caes en su juego y le perdonas sus fallos la puedes disfrutar como un gazpacho de géneros y de personajes.
Por @javi_cine