Más por menos es menos.
Patrick Hughes dirige a Sylvester Stallone y a su grupo habitual con la incorporación de caras nuevas y jóvenes, en una película que de haber sido clasificada R hubiera obtenido mejores resultados, y que prácticamente la salva el guión en lo relativo a la acción escrito por el mismo Stallone.
El film lo podemos dividir en tres partes. En la primera, como de costumbre, vemos al grupo de mercenarios haciendo su carta de presentación en busca de Wesley Snipes, que regresa al cine de acción por todo lo alto, en la que ya nos damos cuenta del desastre visual que está a punto de suceder, pues el mayor enemigo de la película no es Mel Gibson, sino el croma. El exceso del maldito fondo verde queda patente antes de terminar la primera gran escena en la que un helicóptero es recreado mediante CGI. Esto aparentemente no es un problema cuando se intercalan escenas reales con las recreadas por computadora, pero el problema es que abusa del exceso de pixel absolutamente durante todas las escenas siguientes.
La segunda parte de la cinta la podemos resumir en una serie de sketches, con cierto toque de humor en el que se presentan las nuevas y jóvenes incorporaciones, entre las que destaco el papel de Antonio Banderas, un gran acierto.
La tercera y última parte del film es a lo que los seguidores de la saga ya estamos acostumbrados. Se puede resumir en dos palabras: muerte destrucción. La acción se desarrolla en el interior de un edificio de un país ficticio en el que se desarrollan las mejores escenas de acción de prácticamente toda la trilogía, y posiblemente hubieran sido de las mejores de la década si no hubiera tomado protagonismo otra vez el maldito croma, pues tanques, humo, helicópteros, y demás son recreados de tal manera que no sabemos si estamos ante un Call of Duty o ante una película.
Antonio Banderas protagoniza la escena de acción de su vida en el interior del casino junto a su compañera de reparto, la apisonadora Ronda Rousey, en un baile de acción, de tiros, de explosiones, en la que vemos a un Banderas con la mejor forma física posible, y que espero, que la recupere tras su accidente cardiovascular y vuelva a la saga, pues se ha convertido para mí, en un imprescindible del grupo.
Los seguidores de la saga no quedaron muy contentos con el resultado final, pues a pesar de ser una película que desprende acción sin parar, aunque con una duración excesiva, es imperdonable la escasez de sangre para los amantes de la casquería y de las chanfainas. Pese a ser la más floja de la saga cuenta con el mejor final de todas. Si eres un amante del género de la acción, y sobre todo, del de la vieja escuela de los 80’s, y sólo buscas pasarlo bien con unos buenos fuegos artificiales es tu película, pero si esperas encontrar el sentido de la vida, aléjate de ella.
Por @javi_cine