El proyecto casi perfecto.
Frank es un ladrón de guante blanco, especializado en diamantes. Tras pasar una temporada en prisión, decide que va siendo hora de dejar su vida delictiva atrás y tener una vida decente. Para ello, trazará un plan para dar un último gran golpe donde contará con la ayuda de un gángster muy poderoso que le dará más problemas de los que Frank pensaba. Este es el argumento de Thief (Ladrón).
A partir de la novela The Home Invaders: Confessions of a Cat Burglar de Frank Hohimer, Michael Mann dirige y escribe su debut en el cine con este filme bajo la producción de Jerry Bruckheimmer (La Roca, Piratas del Caribe). El futuro director de Heat ya daba muestra de su buen hacer a la hora de contar una historia de criminales y redención.
La historia no es la típica cinta de acción que hay explosiones y tiroteos cada cinco minutos, aquí prima la historia y sobretodo los personajes. Para aquellos que conozcan el cine de Mann, ya desde este primer trabajo para la gran pantalla reconocemos ciertos temas que volveríamos a ver sus siguientes trabajos, con su forma de narrar pausada.
Técnicamente tiene una hermosa fotografía Donald E. Thorin (Oficial y caballero, El chico de oro) dotándola de un aíre muy moderno (incluso a día de hoy) para la época a que bien le acompaña la banda sonora compuesta por Tangerine Dream. La banda alemana de música electrónica compone con sus habituales sonidos que para muchos no supieron entender, ya que la banda sonora estuvo nominada a los Razzie.
En el reparto está encabezado por James Caan (sustituyendo a nombres como Al Pacino o Jeff Bridges), cumpliendo de sobras aportando su habitual carisma al personaje de Frank, el actor terminó tan encantado con su trabajo con Mann, que lo considera como sus mejor trabajo después de El padrino. Al protagonista de Misery le acompañan caras conocidas como Jim Belushi, Dennis Farina o William Petersen (los tres actores debutaban en el cine con este filme). Como curiosidad aparece el cantante de country, Willie Nelson, este interpreta a Okla, un preso veterano que sirve de consejero del protagonista.
Con todo estos ingredientes, Ladrón es una película de robos más que interesante, con cierto regusto a los thrillers de los 70 pero con una fuerza visual ya de la década de los 80. Para los fans del cine de atracos y sobretodo del creador de Corrupción en Miami.
Por @ged_joe