El tiro por la culata.
Los Colson (Carmen y Wayne) tiene una vida apacible en Michigan, hasta que se accidentalmente se topan con un asesino a sueldo. Inmediatamente el matrimonio se verá en protección de testigos, con nuevas identidades y de residencia, pero no será tan fácil librarse de haber dejado todo atrás.
Killshot o Tiro mortal, es de esas curiosas películas que viendo la ficha de sus responsables, uno se pregunta ¿Y por qué no conozco esta película? En su preproducción contó con varios problemas. De hecho en su primer trailer aparecía incluso el nombre de Quentin Tarantino como productor ¿Pero que sucedió con esta adaptación de una novela de Elmore Leonard que no llego a tener un estreno decente?
La respuesta The Weinstein Company, y en concreto el ahora malvado oficial de Hollywood, Harvey Weistein, por aquel entonces uno de los productores más importante del negocio. En su afán de meter mano en todos los proyectos, cambio el montaje, por lo que la salida de Tarantino del mismo fue inmediata.
La película cuenta con un reparto cuanto menos llamativo. Rourke venía del éxito de The Wrestler como un asesino de raíces indias. Thomas Jane estaba en la televisión con Hung e intentaba reflotar su carrera en el cine, mientras que la efectiva Diane Lane aportaba su belleza madura y buen hacer interpretativo, estos dos últimos son el matrimonio protagonista. Sin olvidar de Joseph Gordon-Leavitt y Rosario Dawson con unos papeles que como el resto del filme se les podría haber sacado más provecho.
La película es correcta en sí, pero al igual que el libro, no iba más allá de encontrarnos con un matrimonio metido en apuros que tienen que usar su propio ingenio para poder salir del lío donde están metidos (alguien malicioso incluso podría decir que se trata de un telefilme con rostros conocidos). Killshot se queda en una cinta menor, da rabia pensar lo que hubiera surgido con otro director más atrevido que John Madden (Shakepeare in Love).
Por @ged_joe