Monstruos sin S.A.
El dicho de “la primera impresión es la que cuenta” queda relevado a un segundo lugar al descubrir Friends, Gruñon y la isla de los monstruos. Si bien es cierto que durante los primeros minutos del film nos damos cuenta de la pobre calidad, falta de polígonos y texturización de los personajes, alejada de las películas de los grandes estudios como Disney y Dreamworks, pero… ¿Es necesario que una historia triunfe por su calidad gráfica? La respuesta es no.
El japonés Takashi Yamazaki, al que todos recordamos por la magnífica película de viajes en el tiempo “Returner” de 2002, nos cuenta la historia de Champiñón, un niño que se adentra con su hermano mayor a una isla prohibida habitada por monstruos con la intención de recolectar todo lo posible para ayudar económicamente a su pobre madre, y que desgraciadamente se quedará sólo, y es aquí, en los primeros minutos cuando sucede el cambio radical, apenas cinco minutos bastan para que lo aparentaba ser hasta entonces una simple película de baja calidad consiga mantener toda la atención del espectador.
La presentación de los monstruos no se hace esperar, como personajes principales tenemos a Gruñón, el más duro y fiero de la aldea, a su fiel amigo de la infancia, junto a una serie de personajes que cumplen los estándares típicos, como son el jefe de la aldea, y los secundarios cómicos propios de este tipo de film, pero que aquí no pasan de ser meros figurantes digitales.
La película esconde una dura crítica que hay que saber leer entre líneas sobre el amor hacía personas de distintas comunidades, el miedo a lo desconocido, las prohibiciones, el odio que se arrastra de generación tras generación, y leyes ancestrales que no tienen cabida hoy en día, todo muy propio del género asiático en donde el héroe confiado de su verdad descubre que estaba equivocado.
Si eres de los que ven principalmente películas de animación por la calidad de sus imágenes, no es tu película, pero si lo que buscas es una aventura para toda la familia con un trasfondo enfocado a problemas socioculturales dale una oportunidad.
Por @javi_cine