«Una película con Chris Evans, Jason Statham, Jessica Biel e Isla Fisher ¿Pero cuando se estrenó?» Esto es lo que diría uno al encontrarse con London, Oscura Obsesión del debutante Hunter Richards.

La trama es bien sencilla, un joven que trafica con droga, se acaba de enterar que London, su ex-novia, va a celebrar una fiesta de despedida antes de irse del país. Ni corto ni perezoso se va a la fiesta con uno de sus clientes. Los dos se instalan en un cómodo cuarto de baño (más grande que el piso de muchos) y entre raya y raya de cocaína van contando sus miserias, mientras que intenta reconquistar a London. Y de esto va el filme.

Sorprende hoy en día encontrarse un filme solo donde hay un par de escenarios con un reparto cuanto menos curioso (recordar que Evans, Statham y Biel habían trabajado antes en la muy entretenida Celular) fuera de sus roles habituales que solemos ver en un filme. En una historia con un tono muy dramático, para nada positiva, donde todos los personajes son unos adictos a todo tipo de cosas.

Llama la atención ver Evans en un personaje tan amargado y egocéntrico alejado de su heroico Capitán América. Ver a Statham con peluquín se hace raro, pero más raro no verlo repartir leches y que su personaje sea un tipo adicto al fetichismo porque es impotente. Mientras que Biel y Fisher tiene unos roles más dramáticos que se pueden esperar de ellas.

En líneas generales no es una cinta del gusto de todos, pero como curiosidad puede merecer la pena darle un visionado.

Por @ged_joe